5 Los vigilantes del Abismo
Los vigilantes del abismo juraron defender el mundo de las criaturas del abismo, como hizo Artorias en el pasado. Se trata de un grupo de guerreros cuyas almas están unidas entre si y los cuales nos atacaran los cuales nos atacaran primero de uno en uno y luego en grupos de dos usaran un espadón que manejan con suma destreza y una daga. En mitad del combate aparecerá otro vigilante que atacara a todo el mundo y que servirá para distraer a los otros vigilantes del abismo, pero aquí no acaba todo ya que si pasamos la primera fase, nos tendremos que enfrentar a un vigilante del abismo potenciado y armado con un espadón de fuego que nos atacara sin parar. Este combate me parece uno de los mejores del Dark Souls III por sus mecánicas muy divertidas y desafiantes y por el épico diseño de los vigilantes y la segunda fase francamente es espectacular y fascionante y por la nostálgica música que suena de fondo.
El alma de cenizas es el último boss del Dark Souls III y se trata de la fusión de los señores de la ceniza que avivaron anteriormente la llama original. Este enemigo posee todas las habilidades de los anteriores señores de la ceniza, y ataca de diferentes maneras como: un guerrero, un mago, un clérigo, un piromántico. Por lo tanto es un boss muy impredecible y cada combate contra el es muy diferente. En la segunda fase el alma de cenizas adopta el comportamiento del señor de la ceniza original y se comporta como Gwyn, atacándonos sin descanso en este momento la música cambiara y sonara de fondo la música del ultimo boss del Dark soul original. Este boss es un broche final a la saga Souls y es un homenaje al juego original. si Dark Souls III es nuestro primer juego solo veremos un combate épico, pero si hemos jugado al Dark Souls I sera muy emotivo y seguro que te saldrá alguna lagrimilla.
3 Pontífice Sullivahn
El Pontífice Sullyvan es un mago guerrero que empuña dos espadas, una imbuida en fuego y la otra en magia oscura. Su historia confirma que se trata de un ser muy malvado ya que entregaba anillos malditos a sus guerreros para que se convirtieran en bestias y que llego a encerrar al dios Gwendolyn en la catedral abandonada de Anor Londo, para que Aldrich lo devorase. Sin duda es uno de los malos mas malotes del Dark Souls III. Este boss es un enemigo súper rápido, que ataca sin parar y que desata toda su autentica furia y no nos deja respirar, pero no solo eso ya que en su segunda fase, crea una copia de si mismo y tendremos que enfrentarnos a dos enemigos a la vez. Sin duda este combate es uno de los mas épicos del juego, tanto por su localización una catedral y la gloriosa música del fondo y las sorprendentes mecánicas del jefe, ademas su historia es una de las mas interesantes del juegos una de las batallas mas épicas del juego.
2 el Rey sin Nombre
el rey sin nombre es el hijo de Gwyn, y se trata sin duda del jefe mas difícil del juegos y con diferencia, ya que se trata de un boss ultrachetado, el combate contra este jefe es también uno de los mas espectaculares del juego. Comienza luchando a lomos de un dragón y cuando matamos al animal, el Rey sin Nombre se enfurécera y tendremos que luchar contra el mano a mano. Golpes que quitan una barbaridad, cambios en la velocidad de sus ataques un increíble alcance de su arma y su vida bastante elevada convierten a este jefe final en un verdadero reto a superar en el juego. Es mas, este boss es tan difícil comparado con el resto que esta situado en un zona opcional que no es obligatoria para pasarse el juego, ¿ Casualidad? no lo creo. Tanto por el planteamiento espectacular y épico del combate, por el diseño del los escenarios y del boss y por lo que supone este reto final el rey sin nombre me parece uno de los mejores bosses del Dark Souls III.
1 Lorian y Lothric
El mejor boss del Dark Souls III, es para mi, los príncipes Lorian y Lothric. Estos hermanos malditos renunciaron a enlazar la llama, aunque Lothric estaba predestinado ha hacerlo. Aun así son un enemigo al que derrotar, para conseguir sus cenizas y realizar el ritual para que nos lleve a la hoguera original. Cuando llegamos al lugar del combate, un salón situado en lo alto del castillo de Lothric custodiado por caballeros, ya nos damos cuenta de que va a ser un combate muy especial. Tanto la ambientación como la música son épicas aunque la melodía de fondo tiene un matiz triste y melancólico, debido a que este es un combate que no quisiéramos realizar nunca, ademas Lothric es un de los pocos bosses que nos habla lo que da un toque mas emotivo la situación. El combate se divide en dos fases, primero tendremos que enfrentarnos con el hermano mayor Lorian, un guerrero imponente armado con un espadón de fuego y aunque esta lisiado se mueve con mucha rapidez gracias a la magia de su hermano, cuando le derrotemos comenzará la segunda fase, el hermano pequeño entre en el combate, resucitara a Lorian y ambos lucharan contra nosotros con ataques mágicos y físicos, este boss es tan especial, tanto por la historia trágica de sus protagonistas, por la ambientación y música y por el desarrollo del combate este jefe final es para mi el mejor del Dark Souls III.
0 comentarios :
Publicar un comentario